Los pueblos de la costa valenciana que no te puedes perder cuando acabe la cuarentena

El virus COVID19 nos ha obligado a permanecer en nuestras casas y nos ha privando de algunos placeres terrenales tan vitales como tomarse una cerveza al sol o poder pasear más allá de unos horarios determinados.

El destino de la temporada mas esperada del año aun no queda clara, la estación del año que más deseamos y esperamos con el fin de poder viajar a la costa y a la playa.

Poro, para todos aquellos que tengan la suerte de poder viajar dentro de la Comunidad Valenciana, desde Flight Mode queremos recomendaros cinco pueblos costeros que merece la pena visitar por sus playas y también por su belleza. Para todos aquellos que tienen que esperarse para descubrirlos, tomad nota y no os dejéis escapar estos consejos!

 

Peñiscola

Situada en la costa castellonense, Peñiscola cuenta con uno de los castillos más imponentes de toda la costa. Situado en lo alto de un peñón, esta fortaleza fue construida en el siglo XIV por los misma orden de los caballeros templarios para el Papa Luna, nombre que recibe el castillo.

Este municipio, cuyo casco antiguo se encuentra junto al castillo y amurallado y vale la pena visitar, cuenta con una de las playas más extensas de todo el litoral valenciano con varios kilómetros de extensión, además de contar con otras zonas más recogidas como la famosa cala del moro, la playa del Russo o la Basseta, así como otras visitas casi obligadas dentro del municipio como la casa de las Conchas, la ermita de Santa Ana, el Bufador y la entrada de Portal Fosc.

 

Jávea

Uno de los pueblos costeros más famosos y visitados de la Comunidad es Jávea, situado en la costa alicantina. Este municipio es una de las referencias de veraneo de nuestras costas debido a la gran oferta de ocio que ofrece y la fama de su gastronomía y restaurantes.

Sin embargo, lo más espectacular que ofrece este municipio son sus playas y calas, donde uno puede practicar tanto snorkel como submarinismo en sus aguas cristalinas disfrutando de muchos parajes naturales impresionantes.

 

Altea

Es considerado por muchos como el pueblo más bonito o encantador de la costa. Más allá de contar con unas playas impresionantes, el municipio en si de origen pescador, recoge en su casco antiguo una multitud de calles estrechas que forman casas de color blanco entre las que uno desea perderse durante horas.

Junto a la belleza de su casco histórico, este pueblo tiene alma de municipio pesquero y cuenta con  gran cantidad de sitios donde ir y cosas que hacer, desde caminar por su gran paseo marítimo a realizar la ruta de las ermitas o de los miradores: del Portal Viejo, de la Plaza de la Iglesia o el de Santa Bárbara o visitar lugares emblemáticos como la Torre de la Galera o la Torre de Bellaguarda. Además, las playas y calas que guardan los acantilados de este pequeño municipio son un lugar fantástico para aquellos que deseen practicar la pesca o el buceo.

 

Benicasim

Para muchos el nombre de este municipio va asociado a la fiest, pues en él se celebran tanto el festival de reggae Rototom Sunsplash como el Festival Internacional de Benicássim (FIB), que atraen a miles de personas durante los meses de julio y agosto.

Sin embargo, este ofrece una gran variedad de opciones turísticas para todos los públicos que va desde parques acuáticos para los más pequeños a multitud de playas y calas cristalinas, pasando a una gran oferta tanto gastronómica como de ocio nocturno que la convierten en uno de los rincones más apetecibles de la costa castellonense.

 

Moraira

 Otro de los municipios más impresionantes y encantadores del litoral valenciano es Moraira. Este pequeño municipio ha sabio conservar pese al crecimiento que ha sufrido en lo últimos años su encanto y es considerada una de las joyas desconocidas de la Costa Blanca alicantina.

Cuenta con un casco antiguo repleto de edificios históricos, iglesias fortificadas, torres de vigilancia, castillos y murallas que le otorgan un rico patrimonio cultural, además de contar con varias playas que destacan por sus aguas transparentes como la Playa del Portet.